Los riesgos de la procreación
artificial para el niño
Entrevista de la
Agencia Zenit al doctor Carlo Bellieni *
--¿Es tan fácil concebir un hijo en una
probeta?
--Dr. Carlo Bellieni: Las reflexiones
sobre la fecundación «in vitro» (FIV) se sitúan en dos polos: la salvaguardia
del embrión concebido por un lado y la apremiante petición de algunas parejas de
tener un hijo por otro.
Dejando aparte por el momento que un
hijo se puede tener también adoptándolo, es extraño que no se reflexione sobre
el destino de los niños concebidos así, como si una vez superado el prejuicio de
los embriones sobrantes, un hijo concebido en probeta fuera equiparable a uno
concebido normalmente.
Obviamente no me refiero a diferencias
afectivas: un hijo es siempre un hijo, independientemente del modo en que ha
sido concebido. ¿Pero queremos considerar si los riesgos de la FIV son tales
como para imponer al menos un poco de cautela?
--¿Cuáles son los riesgos para los niños
concebidos «in vitro»?
--Dr. Carlo Bellieni: Tres estudios
sobre amplias poblaciones de niños concebidos «in vitro» fueron publicados en el
2002 en prestigiosas revistas científicas internacionales, y las conclusiones no
son en absoluto reconfortantes.
La conclusiones verifican que: «Los
niños que tienen bajo peso en el nacimiento tienen riesgo de incapacidad y
muerte. El empleo de la FIV conlleva una aumento de niños con bajo peso en el
nacimiento en EE.UU. porque está asociado a una elevada tasa de gemelaridad.
Hasta 1997 la FIV era causa del 40% de los partos triformes. Igualmente estudios
demuestran que hay más niños con bajo peso en el nacimiento por vía de la FIV
que en los embarazos normales»(Schieve LA et al: Low and very low birth
weight in infants conceived with use of assisted reproductive technology.
The
New England Journal of Medicine 2002).
«Nuestro estudio sugiere que los niños
nacidos por FIV tienen un riesgo aumentado de desarrollar problemas cerebrales,
en particular parálisis cerebral» (Stromberg B et al: Neurological sequelae
in children born after in-vitro fertilisation: a population-based study. The
Lancet 2002;359:461-5).
«Los niños concebidos con el uso de
“Intracytoplasmic sperm injection” (ICSI) o de FIV tienen el doble de riesgo de
presentar un defecto mayor en el nacimiento respecto de la población general»
(Hansen M et al: The risk of major birth defects after intracytoplasmic sperm
injection and in vitro fertilisation. The New England Journal of
Medicine 2002;346(10):725-30) .
Estos estudios habían sido recogidos por
otras revistas pediátricas que así subrayaban: «En febrero de 2002, un equipo de
Uppsala, Suecia, se refirió a un trabajo retrospectivo sobre 5.680 niños nacidos
por FIV: mostró que en general, los niños nacidos por FIV tienen con mayor
frecuencia necesidad de los servicios de centros de rehabilitación respecto a la
población normal y el riesgo (OR) de parálisis cerebral es de 3.7. La mayor
diferencia se observa entre los nacidos únicos, mientras que el riesgo para los
nacidos gemelos es similar al de la población normal. En un estudio australiano,
el 8,6% de los niños nacidos por FIV tenía defectos mayores en el nacimiento, el
doble de los controles» (Koren G: Adverse effects of assisted reproductive
technology and pregnancy outcome. Pediatric Research
2002).
El riesgo de tener un hijo con
discapacidad es aproximadamente del 11% tras la FIV, respecto al 5% después de
la concepción normal (NN: Neurological sequelae and major birth defects in
children born after in-vitro fertilization or intracytoplasmic sperm
injection. European Journal of
Pediatrics 2003;162:64).
La gran multiparidad es uno de los
riesgos de la FIV y puede provocar nacimiento prematuro (Greisen G:
Multifoetal pregnancy and prematurity: the costs of assisted
reproduction. Acta Paediatrica 2002;91:1449-50).
Ahora, estas observaciones parecen
obvias para el neonatólogo: la plurigemelaridad y la prematuridad, si bien son
trivializadas por la prensa, representan un gran riesgo para la salud del niño
(y de la madre).
Pero el hecho nuevo es éste: incluso en
el caso de concepción de un hijo único, la tasa de riesgo para su salud, si nace
de una fecundación «in vitro», es mayor que para la población normal. Un
reciente análisis de 25 estudios científicos publicado en el British Medical
Journal así concluye: «Los embarazos individuales generados por FIV tienen un
resultado perinatal significativamente peor respecto a los normales», si bien
añade que «en los embarazos gemelares, la mortalidad perinatal es
aproximadamente un 40% más baja después de la FIV en comparación con la
concepción natural» (Frans M Helmerhorst et al: Perinatal outcome of
singletons and twins after assisted conception: a systematic review of
controlled studies. BMJ 2004; 328:261).
--¿Hay también riesgos desde el punto de
vista genético?
--Dr. Carlo Bellieni: Ciertamente: «La
inyección intracitoplasmática de espermatozoides puede aumentar el riesgo del
déficit del “imprinting”» (Cox GF et al: Intracytoplasmic sperm injection may
increase the risk of imprinting defects. Am. J. Hum. Genet. 2002;71:162-4). Feindenberg y DeBaun, de la
John Hopkins University, se quedaron impresionados por el hecho de que el 4,6%
de sus pacientes con síndrome de Wideman-Beckwitt habían sido concebidos por FIV
(la enfermedad está presente en un nacido de cada 15 mil).
Más recientemente, cinco niños
holandeses concebidos por FIV han presentado retinoblastoma, un cáncer infantil
de la retina que aparece en un nacido de cada 17 mil. Algunos investigadores
temen que aumentar la duración de la incubación pueda comprometer el desarrollo,
como han observado los estudios en ratones. «Estamos usando a los humanos como
cobayas», sugiere Kelly Moley, que estudia embriones de ratón pre-implantación
en la Universidad Washington en St. Louis (Powell K: Seeds of doubt. Nature
2003;422:656-9).
--¿Y desde el punto de vista
psicológico?
--Dr. Carlo Bellieni: Un reciente libro
publicado por un famoso psiquiatra francés Benoît Bayle con el título «L'embryon
sur le divan. Psychopathologie de la conception humaine» --«El embrión en el
diván. Psicopatología de la reproducción humana»-- (París, 2003), hace
reflexionar en los riesgos a largo plazo sobre la serenidad de los niños nacidos
de fecundación «in vitro»: habla de «síndrome del superviviente» para numerosos
niños nacidos por FIV.
Esta patología, verificada en primer lugar en los
supervivientes de los campos de concentración, se manifiesta con sentimiento de
culpa («otros han muerto para dejarme vivir») o sentido de omnipotencia («lo he
conseguido porque soy indestructible»).
Sus padres le han deseado hasta el punto
de sacrificar otros niños para su venida. Si él ha quedado con vida, si es
elegido, ¿no es señal de que vale más que los demás, esto es, que aquellos que
no han sobrevivido? El niño sometido al deseo de otros es un niño omnipotente a
quien tal vez es difícil poner límites. Sus padres, antes o después de él, han
suprimido uno o más «niños», a fin de cuentas por deseo de él, para que él
pudiera vivir. ¿Cuánto vale entonces él, por quien tal sacrificio se ha
consumado?
--Frente a un panorama tan complejo,
¿qué conclusiones podemos sacar?
--Dr. Carlo Bellieni: En conclusión
podemos afirmar que se está procediendo hacia una preocupante trivializacion de
la concepción: los métodos actualmente en uso para la FIV no están exentos de
riesgos para el «nasciturus». La prematuridad y la gemeralidad inducidas por la
FIV son un riesgo. Un riesgo es también la FIV misma. ¿Se puede correr o habría
que suspenderla hasta su perfeccionamiento? El «Defensor de la Infancia» creado
por el gobierno francés ha pedido una moratoria para la técnica ICSI, que
resulta ser la más utilizada, por los riesgos que plantea. Incluso el ministro
de Salud François Mattei ha hablado contra este «encarnizamiento procreador» y
el comité ético nacional francés es de la misma opinión.
--¿Se puede aceptar para el hijo un
riesgo que no parece bajo sólo a fin de satisfacer el propio deseo?
--Dr. Carlo Bellieni: La fecundación «in
vitro» es una técnica «en trámite». Hay que usar espermatozoides a menudo
alterados, a veces introduciéndolos directamente en el citoplasma de la célula
huevo íntegramente (ICSI), cosa que no ocurre en la naturaleza.
Un último interrogante que en muchos se
suscita: al generar hijos con espermatozoides ineficaces, ¿no les condenamos tal
vez a ellos mismos a tener que recurrir en el futuro a la procreación
artificial, en el caso no improbable de que heredasen la misma alteración de los
espermatozoides paternos?
* Profesor de Terapia Neonatal en la
Escuela de Especialización de Pediatría de la Universidad de Siena y director de
Terapia Intensiva Neonatal en la ciudad
italiana
Fuente Zenit
(ZS04060209)